Aspectos emocionales en la fertilidad asistida

Merck Serono, la División biotecnológica de la compañía químico farmacéutica alemana Merck, en colaboración con el Grupo de Interés de Psicología de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), ha editado el manual “La importancia de los aspectos emocionales en los tratamientos de reproducción asistida”. Se trata de un libro de consulta en el que los pacientes en tratamiento de reproducción asistida podrán encontrar toda la información clave para aclarar sus dudas y ayudarles en momentos de incertidumbre, puesto que una de cada cuatro parejas abandona el tratamiento por estrés psicológico
.

Según el Presidente de la SEF, el Dr. Buenaventura Coroleu, “el 62.4% deja el tratamiento después del tercer ciclo, a pesar que estadísticamente la probabilidad de concepción mejora después de múltiples exposiciones a distintos tratamientos. El 66% afirma abandonar el tratamiento por sentir que había hecho todo lo posible y un 42% alega sentirse incapaz de afrontar otro ciclo después del fracaso de los anteriores”.

El 62.4% deja el tratamiento después del tercer ciclo, a pesar de que estadísticamente la probabilidad de concepción mejora después de múltiples exposiciones a distintos tratamientos.
Actualmente, un porcentaje muy elevado de mujeres, entre un 15 y un 45%, decide no continuar con los tratamientos antes de que lo recomiende el especialista. “Se ha comprobado que no se renuncia al proceso por un mal pronóstico, sino sobre todo por falta de información o razones psicológicas”, explica el director de la Unidad de Fertilidad de Merck Serono, Juan Vila. “Por eso es muy importante que el paciente reciba toda la información necesaria, desde los posibles tratamientos médicos hasta los aspectos emocionales con los que se debe enfrentar”, añade.

Según la Coordinadora del Grupo de Interés de Psicología de la SEF, la Dra. Vicenta Giménez, “la infertilidad desestabiliza el equilibrio emocional y de pareja. La autoestima se resiente y surgen aislamiento social y personal, sentimiento de culpabilidad, ansiedad, depresión o cambios de relación en la pareja”. Pero éstas no son las únicas consecuencias, porque “el estrés puede contribuir a la infertilidad en sí misma, ya que produce alteración de las hormonas responsables de la fertilidad, disminuyendo, tanto la capacidad reproductiva femenina, como la calidad seminal”.

Un factor clave para reducir esta carga psicológica en pacientes con problemas de infertilidad, tal y como explica el manual, es la atención y ayuda por parte del equipo sanitario, que debe ser más consciente del estrés psicológico asociado a los múltiples intentos de fecundación. Se ha demostrado que el apoyo psicológico del personal sanitario ha reportado beneficios al 86% de los sujetos que inicialmente no lo demandaban y también al 96% de los pacientes que sí lo habían solicitado.

El 66% afirma abandonar el tratamiento por sentir que había hecho todo lo posible y un 42% alega sentirse incapaz de afrontar otro ciclo después del fracaso de los anteriores.

La mayor calidad de vida y el bienestar emocional de los pacientes con apoyo psicológico durante el periodo de tratamiento influye de forma muy positiva en la forma de afrontarlo, haciendo que éstos se encuentren más animados y los completen, contribuyendo a conseguir mejores resultados. Así queda plasmado en un estudio sobre la incidencia positiva de los programas de apoyo psicológico que ha reflejado un porcentaje de abandono del tratamiento del 5.7% en las personas que participaron, mientras que en el grupo que no siguió el programa, la tasa de abandono era del 37.5%3.

El manual también dedica especial atención al apoyo social que rodea a la pareja. Las personas en tratamientos de fertilidad tienden a mantenerlo en secreto, ya que se sienten sometidos a la presión social cuando se les pregunta por la llegada del embarazo. Sin embargo, el apoyo de amigos y familiares ayuda positivamente a amortiguar alguna de las consecuencias del estrés y aumenta el bienestar.

Diferencias emocionales entre hombres y mujeres
El libro también analiza los distintos comportamientos emocionales de hombres y mujeres a la hora de hacer frente a los tratamientos de reproducción asistida. Las mujeres son más resistentes al dolor, pero se deprimen con mayor frecuencia, y las principales emociones que experimentan cuando se les informa sobre el diagnóstico de infertilidad son frustración, impotencia y tristeza.

Las mujeres también sufren mayor tensión que los varones, tanto en el momento del diagnóstico como durante el tratamiento, suelen interpretar los problemas de fertilidad como una gran decepción y sienten suyo el fracaso cuando no se logra el embarazo.

Por su parte, los varones son más reacios a hablar en público sobre temas de infertilidad, tanto con su círculo más cercano como ante el psicólogo, equiparando la infertilidad a un acontecimiento estresante. En el supuesto de que la causa de la infertilidad sea por razones masculinas, el hombre tiende a aislarse aún más. Esto se debe a que, en comparación con las mujeres, perciben que el apoyo social tiene menor importancia.

Acerca de Merck y la División Merck Serono
Merck, la multinacional alemana con mayor tradición farmacéutica y química del mundo, es hoy una compañía con unas ventas de 7.600 millones de euros en 2008, cuya historia empezó en el año 1668 y con un futuro que están forjando alrededor de 32.800 empleados en 59 países. Su éxito se basa en innovaciones creadas por colaboradores con espíritu emprendedor. Su actividad se centra en tres Divisiones de negocio: Merck Serono (especializada en el sector biotecnológico), Merck Consumer Health Care (medicamentos para el autocuidado de la salud) y Merck Chemicals (líder en Cristales Líquidos y también en Pigmentos y otros reactivos y soluciones para las Ciencias de la Vida).

Merck agrupa sus actividades bajo Merck KGaA, cuyas acciones pertenecen a la familia Merck en un 70% aproximadamente. El 30% restante cotiza en Bolsa.

Merck Serono es la División de Merck creada el 5 de enero de 2007 tras la compra de la biotecnológica Serono. Esta nueva División cuenta con cerca de 14.500 empleados en todo el mundo y está presente en las áreas de Oncología, Neurología, Fertilidad, Cardiometabolismo, Ale
rgia y en el tratamiento de otras patologías, entre ellas el déficit de hormona de crecimiento.

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