Ana Rosell es guionista, productora y directora de cine. Su filosofía principal es que “el cine se aprende haciendo cine”. Es por eso que fundó la productora Jana Films, un espacio que nació con la finalidad de producir, dirigir y distribuir un tipo de películas centradas en las inquietudes humanas y en transmitir esperanza.
Ella es una de las 16 mujeres que ha propuesto la Comunidad de Madrid como candidata para la 10ª edición de Top 100 Mujeres Líderes en España, dentro del mecenazgo de comunidades autónomas.
Sus producciones y reconocimientos
La cineasta estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid e inició su andadura profesional con la realización de cinco cortometrajes: “La Musa”, “Nueve”, “Una mujer para Ibu” (2004), “Esta es la noche” (2005), “Yo y mi terraza” (2006). Tras el gran éxito de estas producciones (obtuvieron 14 premios en total), le concedieron la financiación para llevar a cabo su primera película.
Su primer largometraje, Buscando a Eimish (2012), protagonizado por Oscar Jaenada y Manuela Vellés, participó en numerosos festivales internacionales y consiguió el premio «Signis» del Festival de Cine de Málaga, Premio Revelación Alfa y Omega 2012, dos nominaciones a las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos (música y director revelación), dos premios del festival Evolution (mejor directora novel y mejor actor principal), y una nominación al Círculo Precolombino.
Su segundo largometraje, Falling, protagonizado por Emma Suárez y Birol ünel, es una coproducción entre República Dominicana y España. También ha realizado dos documentales: “¡EsperaFati!” (2007) y “Quiero ser una gacela” (2009).
El origen de una pasión
En los inicios de su trayectoria profesional, Ana Rosell trabajó como publicista y copy-writter, pero la pasión por el cine y las historias siempre estaba presente. “Cuando yo era pequeña en lugar de jugar con los niños les leía cuentos. Yo siempre he sido muy creativa, siempre me ha gustado mucho hacer mis historias, escribir mis cosas. Yo creo que el cine para mí siempre ha sido sin querer mi gran evasión”, recuerda, en una entrevista realizada por Women on Movies.
Sin embargo, convertirse profesionalmente en guionista, directora y productora fue una gran sorpresa para ella: “Yo no me imaginaba que iba a dedicarme a hacer cine”.
A pesar de considerar que dedicarse al mundo del cine en la actualidad es “una auténtica locura”, sigue eligiendo esta profesión con pasión y compromiso. “La verdad es que es muy arriesgado, muy inseguro, pero también es una droga muy fuerte que te engancha mucho”, reflexiona.
Yo creo que el cine para mí siempre ha sido sin querer mi gran evasión
Y deja un mensaje para profundizar en la descripción de su trabajo: “Si puedes elegir, no hagas cine, porque es muy duro. Tienes que sentirlo muy profundo, tiene que ser una pasión muy fuerte. Es muy difícil obtener financiación, es muy difícil que la película sea la que tú tenías pensada en un principio, porque hacerla depende de mucha gente, de muchos departamentos, de muchos procesos que tú no puedes prever en absoluto. Es una frustración detrás de otra, pero si te gusta mucho y lo tienes muy claro, al final tu premio es vivir haciendo esto”.
Mujer y cineasta
Al igual que muchas de las mujeres que son consultadas sobre la paridad de género en sus ámbitos laborales, Ana Rosell afirma que “es más difícil para una mujer que para un hombre tener un puesto de poder”.
“En mi caso personal, no ha sido más difícil por ser mujer, porque yo he tenido mucha fuerza, mucha voluntad y muchas ganas de luchar. Sí he escuchado a otras mujeres que trabajan en distintos departamentos del cine, que sí que han sentido algún tipo de desigualdad y de freno, o sea, que sí que veían que sus compañeros avanzaban más”.
Respecto al futuro que viene, considera que “es muy complicado que consiga su cometido en poco tiempo”. Y reflexiona: “Para que haya más directoras, primero tiene que haber más subvenciones a proyectos hechos por mujeres, algo complicado porque venimos de una sociedad machista en la que a las mujeres nos costaba mucho más avanzar que al hombre”.
Es más difícil para una mujer que para un hombre tener un puesto de poder
En este sentido, destaca la trascendencia del cine en la formación de la cultura. “Si se transmiten mensajes machistas, provocas que se siga sembrando machismo en la sociedad”, dice. Y agrega: “Ahí sí que tendríamos que tener cuidado de transmitir mensajes que ayuden a que los hombres y las mujeres sean personas humanas, a que se considere a ambos géneros en las mismas condiciones. Y eso tiene que ser una responsabilidad, que todos los que hacemos cine seamos conscientes de ella”.
Un consejo final
A los jóvenes que quieren dedicarse al mundo del cine les dice “que comiencen lo antes posible”. “Si quieren hacer dirección empiecen a rodar cortos ya, que cojan una cámara y se tiren a la calle con ella”, aconseja, porque, claro, “el cine se aprende haciendo cine”.
Por último, remarca algunas características que debe tener un/a buen/a director/a de cine: “Tiene que tener ganas de contar la historia que va a contar, tiene que ser capaz de ver un guión en imágenes, de visualizar lo que está leyendo. Tiene que tener un cierto control narrativo, además de buen ojo, ser un buen jefe de equipo y un buen psicólogo con los actores y con el resto del equipo. Tiene que hacer que funcione un grupo muy grande de personas, que se entiendan y que vayan todas en la misma dirección”.
Más sobre Ana Rosell
Ana Rosell estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. En el año 2007 fundó la productora Jana Films S.L. junto con un grupo de profesionales del mundo cinematográfico, con la finalidad de producir, dirigir y distribuir un tipo de películas centradas en las inquietudes humanas y en transmitir esperanza.
Es socia de CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales).
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