Aliarse con una gran empresa… ¿buena idea?

Incorporar nuevos socios a la empresa siempre es complicado, casi tanto como encontrar financiación en el momento y en la cuantía necesaria. El próximo Encuentro Emprendedores del 17 de noviembre abordará precisamente este asunto bajo el título “Gestión de la entrada de nuevos socios”.

Dentro de sus programas de expansión y búsqueda de talento, cada vez son más las grandes compañías que miran hacia el ‘mercad0′ de los emprendedores y pequeñas empresas. Estas a su vez empiezan a ver a las multinacionales como una alternativa más de financiación, especialmente ahora que las entidades financieras no acompañan. En teoría, la gran empresa se beneficia de poder invertir en un proyecto innovador y con perspectivas de rentabilidad y la pyme de todos los recursos y sobre todo el capital que pueda aportar la multinacional. En principio, se trata de una situación en la que ambos salen ganando.

El dinero que pueda aportar la multinacional siempre será bienvenido e importante, pero más lo es el acceso a sus recusos técnicos y humanos.Las ventajas de aliarse con una gran empresa son claras y la más importante no es económica. Es decir, el dinero que pueda aportar la multinacional siempre será bienvenido e importante, pero más lo es el acceso a los recusos técnicos y humanos de esta.

La capacidad de crecimiento se multiplica cuando se tienen las herramientas adecuadas, pero estas no siempre están al alance de los emprendedores. Asociarse con una gran empresa soluciona este problema y aporta valor añadido en cuanto a fuerza de ventas, conocimientos del mercado, experiencia y, sobre todo, imagen de marca. Contar con el apoyo de una gran empresa hace que se abran muchas puertas y se presuponga que estamos ante un proyecto con posibilidades de éxito real.

Evidentemente hay sectores en los que las grandes empresas se muestran más activas en la búsqueda de talento y casi siempre están relacionados con la investigación y desarrollo. El ámbito tecnológico es uno de los más prolífico y los programas de partners de Microsoft son un buen ejemplo. De hecho, a principios de año Google lanzó Google Ventures, un programa de ayuda a los emprendedores a través de un fondo de capital riesgo que invierte directamente en empresa innovadoras con capacidad de crear valor añadido.

A la hora de asociarse con una gran empresa hay que estudiar detenidamente la fórmula a través de la que colaborar, que se puede dividir en dos: dar entrada a la multinacional en el capital social de la empresa o no hacerlo y limitarse a acuerdos de mayor o menor alcance.

Cada una tiene sus ventajas e inconveniente que se pueden resumir como mayor libertad y menor seguridad rente a menor libertad (en teoría) y pero mayor seguridad. Y es que el mayor problema de dejar que una gran empresa ‘entre en casa’ es que muchas veces los ritmos de crecimiento y las estrategias son diferentes. Por eso, conviene tener cuidado, no hipotecar el futuro de la empresa y no ‘dormirse’ en los laureles, ya que incluso las multinacionales pueden echarse hacia atrás en sus acuerdos. Al final, como en las inversiones, en el mundo de la empresa tampoco conviene poner todos los huevos en la misma cesta.

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