«Ahora soy verdaderamente creativa»

Se define como escritora, y mucho más desde que abandonó la publicidad. Quizás, dice, porque “ahora tengo más tiempo y porque ahora soy verdaderamente creativa”.

Aquí desvela algunos aspectos de un ámbito con el que a diario tenemos encontronazos -la publicidad- y le dice de todo, menos bonita.

¿Son éticos los mensajes que lanzan las campañas publicitarias?

Lo peor no es que no lo sean, sino que no pueden serlo. De la publicidad, lo malo no son sus fines -tratar de vender algo-, sino los métodos, en general deshonestos: captación, sugestión, suplantación, exageración, tergiversación, equívocos, o directamente mentiras… Y los métodos son la razón de ser de la publicidad.

¿El cliente es más exigente?¿Cambió la forma de vender?

El cliente manda, de modo que exige siempre. Y manda tanto, que a veces consigue equivocarse a pesar de nuestros consejos. Manda porque paga. El mejor mensaje es el que más dinero lleva detrás, el que más veces se repite. Ningún mensaje inteligente emitido a las 4 de la mañana cala en el grueso de la sociedad.

Cambia la sociedad y los roles. ¿Por qué la mayor parte de la publlicidad sigue siendo conservadora y estereotipada?

Porque lo son quienes mandan y si son machistas y conservadores, no toleran otros enfoques. Y muchos creativos, a pesar de su aspecto exterior de ultramodernidad, también lo son. La gente cree que los creativos, como tales, hacemos las campañas que queremos, pero no es cierto. Hacemos las campañas que nos mandan, somos como los militares; a los que dan instrucciones muy precisas. Los militares dicen ahora que hacen campañas de paz, pero no es verdad, ellos, como nosotros, hacen las campañas que les mandan, sean las que sean. Les va en el sueldo obedecer.

El papel de las mujeres en las agencias publicitarias. Puesto de desición. ¿Quién toma las decisiones?

La protagonista de mi novela, La vendedora de tornillos, es directora creativa de una agencia de publicidad, y ella misma cuenta sus conflictos como mujer y como persona dentro de la mediocridad y corrupción del mundo laboral en el que vive. ¿Qué quién toma las decisiones? Una vez más, el dueño de la agencia. La pregunta es: ¿si el dueño tiene que aceptar un enfoque de campaña que es claramente retrógrado y casi misógino, porque le va en ello dejar de ganar dos millones de euros, qué crees que haría? Pues entonces da igual que el dueño sea mujer o sea hombre.

¿Qué publicidad/campaña te hubiera gustado hacer?

El mayor éxito para un publicitario es crear no ya una frase, sino todo un personaje, que trascienda los anuncios y se convierta en parte de la realidad, con personalidad propia… Bien, pues yo creé a Mi Primo el de Zumosol y sus cuatro o cinco primeras campañas. Luego lo han estirado otros por su cuenta. Sin embargo, de lo que me siento orgullosa es de haber creado a La vendedora de tornillos, a pesar de que sé que, sin dinero detrás, será infinitamente menos conocida.

Perfil

Pilar Bellver (Jaén, 1961) estudió Periodismo en la Complutense de Madrid. Ha vivido y trabajado en Madrid como directora creativa de una agencia de publicidad. Ha publicado dos novelas; una corta, que ganó un premio nacional de novela breve, titulada La tercera vez (1997) y editada con el patrocinio de la Diputación de Murcia, y la novela larga a la que esta breve pertenecía, Veinticuatro veces (Lumen, 2000). “La Vendedora de Tornillos” acaba de aparecer en Elipsis Ediciones.

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