*Por Anabel Fernández Fornelino
Nos encontramos en la semana en la que la mujer es la protagonista, con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo. Una cita que supone una gran oportunidad para debatir sobre los avances conseguidos a lo largo de los años y abordar los retos que aún quedan por delante para alcanzar una verdadera igualdad de género en todos los ámbitos.
Estos días se publican muchos estudios al respecto, la mayoría con cifras sobre el porcentaje de mujeres que hay en casi todos los sectores de la sociedad, pero sobre todo en el ámbito laboral. Como ejemplo, el informe ‘Las mujeres en los consejos de las empresas cotizadas’, elaborado anualmente por la escuela de negocios IESE y Atrevia, sobre su presencia en los consejos de administración de las empresas cotizadas españolas, que ha aumentado un 3,65% durante 2022 y se sitúa en el 32% y que se prevé que llegue al 40% en 2025, aunque en el caso de los máximos puestos ejecutivos, su presencia sigue resultando escasa.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de fomentar la igualdad y la diversidad dentro del ámbito laboral, desde las empresas. La gestión de estos aspectos es fundamental para la buena marcha de una compañía, ya que está demostrado que una entidad en la que estos derechos están garantizados funciona mejor, lo que se traduce en una mayor productividad.
Beneficios de una empresa en igualdad
Conseguir una mayor productividad a través del fomento de la igualdad y la diversidad hace que el día a día de una empresa sea más atractivo para sus trabajadores en varios aspectos:
- Equipos más competitivos: La diversidad en un grupo de trabajo puede proporcionar una ventaja competitiva significativa. La colaboración entre personas de diversas culturas y orígenes, así como la igualdad de género, reduce el riesgo de prejuicios, aumenta la capacidad para impulsar la creatividad y brinda diferentes perspectivas para abordar los desafíos, lo que a su vez mejora las posibilidades de encontrar soluciones viables.
- Mayor retención del talento: cuando los empleados se sienten valorados y respetados, es más probable que se comprometan con su trabajo y permanezcan en la empresa a largo plazo. Además, un ambiente laboral basado en la igualdad y la diversidad puede mejorar la calidad de vida de los empleados, aumentar su satisfacción laboral y reducir la rotación de personal, lo que a su vez disminuye los costes asociados con la contratación y capacitación de nuevos empleados.
- Mejora de la reputación positiva: un aspecto que no solo atrae a posibles empleados, sino que también refuerza el sentido de pertenencia entre los que ya forman parte de la empresa.
Para ello es necesario incluir la perspectiva de género en las prácticas de salud y bienestar laboral de las empresas, a través de habilidades sociales y comunicativas en equipos diversos como son la escucha activa, la empatía, el liderazgo saludable o la capacidad de negociación. Herramientas que pueden poner en práctica los trabajadores animando a la participación de todos en los diferentes proyectos que estén en marcha, valorando a cada uno de los trabajadores que forman parte de los mismos y disfrutando del proceso.
Las consecuencias negativas de descuidar aspectos como la igualdad o la diversidad en una empresa pasan por la posibilidad de que impacte negativamente en la salud mental de los equipos de trabajo, pudiendo dar lugar a casos de discriminación entre sus empleados, con las consecuencias que ello conlleva entre los mismos (ansiedad, depresión, insomnio, falta de concentración, etc) pero también para la empresa: absentismo, bajo rendimiento de los empleados, bajas de salud prolongadas en el tiempo, etc.
La prevención de los riesgos psicosociales derivados de estas situaciones es fundamental, y abordarlo es posible a través de la puesta en marcha de prácticas que garanticen las medidas para que el principio de igualdad de trato y no discriminación sea real y efectivo. El beneficio es muy positivo, tanto para la empresa como para el trabajador.
Más sobre Affor Health
Affor Health es una empresa especializada en gestión preventiva psicosocial que lleva trabajando desde 2010 en la mejora de la gestión de los riesgos psicosociales y la promoción de la salud psicológica en las empresas. Su objetivo es el de cuidar la salud psicosocial de los trabajadores y conseguir así entornos más saludables y eficientes.
Desde 2022, son la primera compañía del sector de la gestión psicosocial y salud mental en ser B Corp. Además, han sido reconocidos como Best For The World 2022, distinción que entrega B Corp al 5% de las empresas a nivel mundial por su impacto excepcional, en este caso en gobernanza.
Más sobre Anabel Fernández Fornelino
Aunque se formó en el área de Administración y Dirección de Empresas, empezó su trayectoria en una multinacional del sector distribución, primero como Jefa de Ventas y luego como Jefa de relaciones sociales para Andalucía Occidental. Tras más de 5 años en esta compañía estuvo desempeñando también posiciones de RRHH en otras organizaciones.
En 2010 decide junto con parte del equipo formar AFFOR, detectando necesidades de consultoría específicas en el área psicosocial. Durante este tiempo ha seleccionado y coordinado a gran parte del equipo actual.
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