«Somos imparables. ¡Feministas siempre!» fue el lema con el que cientos de miles de personas inundaron por segundo año consecutivo el centro de Madrid en la gran manifestación por el Día de la Mujer. Cientos de acciones se desarrollaron durante toda la jornada. Alegres y diversas, reivindicativas y fuertes, sin violencia y con muchas propuestas.
Las plazas de los barrios acogieron desde picnic hasta conciertos, pasando por lecturas de manifiestos. Jóvenes de 14 años, junto a activistas de 60 conviven y comparten este momento feminista de la historia, en el que las mujeres advierten de la importancia de lo común. La igualdad y los temas que el feminismo ha priorizado en la agenda forman parte de los contenidos mediáticos, de los diálogos familiares, de los debates en centros educativos y en los trabajos. Es un momento feminista diverso, integrador y global.
«Somos imparables. ¡Feministas siempre!» fue el lema con el que cientos de miles de personas inundaron por segundo año consecutivo el centro de Madrid
Los medios de comunicación no han dado tanto espacio como el año pasado a la Huelga Feminista convocada por la Comisión 8M. A las puertas de varias campañas electorales (nacionales, municipales, europeas) los partidos han tratado de adueñarse de las proclamas feministas en función de sus intereses. También se ha intentado ubicar al movimiento feminista desde la única óptica de resistir el avance de la ultraderecha.
El trabajo de las organizadoras
“Nosotras sabíamos que la participación iba a ser masiva, porque lo estábamos viviendo y sintiendo durante meses”, aseguran desde la Comisión 8M. Estas mujeres han hecho un ingente y generoso trabajo para canalizar el descontento y las propuestas de muchas, para organizar actos, asambleas, comisiones, posicionamientos y convocatorias.
En total se programaron más de 1.400 actos por todo el país. En el centro de Madrid cantantes como Rozalén y Brisa Fenoy, participaron en conciertos reivindicativos. A las 13.00 horas en la plaza del Museo Reina Sofía tuvo lugar la lectura del manifiesto «Las comunicadoras paramos», que engloba a profesionales de la información y de la comunicación.
Diversas
El avance del feminismo es incuestionable. Jóvenes y mayores. Miles de mujeres de distintos gremios. Diferentes culturas. Todas apoyan las demandas feministas, desde diversas posiciones. Y se va creando un poso: hay conceptos como la brecha salarial o la corresponsabilidad que ya no suenan a chino. Por segundo año la protesta ha logrado poner en el centro del debate público el trabajo de los cuidados. Esta vez la diversidad cultural, sexual y de situaciones vitales ha estado no solo en los manifiestos e idearios, sino que ha sido visible.
La participación de las jóvenes ha sido multitudinaria. En institutos y universidades la efervescencia del movimiento de mujeres ha dado lugar una creatividad que impresiona. Los centros educativos estuvieron vacíos por el seguimiento masivo de la huelga.
Las movilizaciones que han tenido lugar en el Estado español se han convertido en una referencia internacional.
Delantales en los balcones recordaban la participación de las trabajadoras del hogar y de quienes no pudieron estar: las internas. Empleadas, paradas, autónomas, pensionistas, las mujeres denunciaron la desigualdad y la precariedad. Cada una con sus motivos y también por los motivos de otras, de todas. “Esto es una lucha colectiva, eso es lo que defendemos, que no es personal, es de todas”.
Manifestación
Grupos de mujeres venidas de todos los puntos de Madrid se juntaron entre la Plaza de Neptuno y Atocha para marchar hacia Plaza de España. Antes de empezar Cibeles estaba a rebosar. Miles de personas abarrotaron el Paseo del Prado, la Castellana y Gran Vía. Masiva, desbordante, alegre, diversa, revolucionaria. Así se ha vivido la manifestación en Madrid. Mientras la cabecera ya leía el manifiesto al llegar a la Plaza de España, la Gran Vía y el Paseo del Prado seguía abarrotado de manifestantes, en una marcha que se ha demorado durante tres horas.
El comunicado hacía referencia a una «fuerza colectiva” con la que “hemos ido abriendo espacios y consiguiendo algunos cambios, pero no todos ni para todas», a las “desigualdades”, “violencias machistas”, “precariedad”, “procesos de exclusión derivados de nuestros empleos, la expulsión de nuestras viviendas, el racismo, por la no corresponsabilidad ni de los hombres ni del Estado en los trabajos de cuidados» y a la «opresión por nuestras orientaciones e identidades sexuales». También recordaba que “ninguna mujer es ilegal” y manifestaba su oposición a las guerras.
Referente Internacional
Las movilizaciones que han tenido lugar en el Estado español se han convertido en una referencia internacional. En Argentina también han sido masivas. Pero las mujeres se han manifestado en numerosos países y ciudades de todo el mundo. Imparables.