En 2025, la inteligencia artificial (IA) habrá alcanzado una madurez significativa, marcando un antes y un después tanto en el ámbito empresarial como en el social. Expertos como Juan Luis Moreno, Partner & Managing Director de The Valley, y Raquel Serón, Managing Director en Burns The Agency, destacan cómo esta tecnología, omnipresente en todos los sectores, revolucionará procesos, modelos de negocio y la vida cotidiana de millones de personas.
Transformación empresarial y social
La IA está llamada a transformar profundamente las operaciones empresariales, optimizando cadenas logísticas, personalizando experiencias de cliente y mejorando la toma de decisiones mediante análisis predictivos. Uno de los aspectos más destacados es su capacidad para gestionar el inmenso volumen de datos generado por la sociedad actual, unificando big data e inteligencia artificial. Sin embargo, Moreno señala que aún existen retos como el “dirty data”, que puede introducir errores y sesgos en los modelos.
Serón, por su parte, subraya el impacto de la IA en la creatividad y la gestión de datos, destacando cómo esta tecnología permitirá experiencias inmersivas y personalización a gran escala. «Veremos una adopción masiva de herramientas de automatización inteligente, que permitirán tomar decisiones más rápidas y basadas en datos en tiempo real, explica Serón. Además, señala que la IA democratizará el acceso a tecnologías avanzadas, aunque advierte sobre la necesidad de abordar cuestiones éticas y garantizar la inclusión tecnológica.
En el plano social, el impacto será igualmente significativo. La IA permitirá avances en servicios esenciales como la atención médica, la educación y la movilidad urbana. Las ciudades inteligentes serán una realidad más tangible, con soluciones tecnológicas enfocadas en la sostenibilidad, el bienestar ciudadano y la seguridad urbana. Este escenario subraya la importancia de adoptar la IA como motor de cambio, no solo tecnológico, sino también social.
«Las ciudades inteligentes serán una realidad más tangible: con soluciones enfocadas en la sostenibilidad, el bienestar ciudadano y la seguridad urbana»
Industrias clave en 2025
El potencial transformador de la IA se concentrará en varias industrias. En salud, facilitará diagnósticos más precisos y tempranos, así como avances en el monitoreo remoto de pacientes y el desarrollo de medicamentos. «En 2025, es probable que veamos avances significativos en el uso de IA para la medicina preventiva, con la capacidad de identificar riesgos antes de que se conviertan en problemas graves», afirma Serón.
En educación, los sistemas de aprendizaje adaptativo personalizarán la enseñanza según las necesidades individuales, abriendo nuevas puertas al acceso equitativo al conocimiento.
Otros sectores como las finanzas y el transporte también experimentarán cambios drásticos. La automatización de procesos complejos, la mejora en la gestión de riesgos y la irrupción de vehículos autónomos serán sólo algunas de las innovaciones que redefinirán estos campos.
Serón añade que la publicidad y los medios de comunicación también se verán profundamente transformados. «La IA generativa será capaz de producir campañas hiperrelevantes en cuestión de minutos, adaptadas a microsegmentos de audiencias en tiempo real», afirma Serón.
«Estas transformaciones ocurrirán porque la IA puede abordar problemas intrincados con una velocidad y precisión que supera las capacidades humanas», señala Moreno.
Impacto en el mercado laboral
El mercado laboral también vivirá una transformación dual. Por un lado, muchas tareas repetitivas y administrativas serán automatizadas, liberando a los trabajadores para que se concentren en actividades más estratégicas y creativas. Por otro, surgirán nuevas oportunidades laborales en áreas como el diseño, la implementación y la gestión de sistemas de IA. Moreno destaca que herramientas como el prompting potenciarán la agilidad de los equipos creativos y de diseño, mientras que sectores como el retail y la logística desarrollarán nuevos modelos de negocio.
Serón resalta que profesiones emergentes, como estrategas en inteligencia generativa y diseñadores de modelos de IA, serán esenciales para esta nueva era. “Los equipos aprenden a usar herramientas de IA para idear soluciones más innovadoras, lo que demuestra que la clave no será competir con la IA, sino saber colaborar con ella”, enfatiza Serón. Sin embargo, ambos coinciden en que la educación y la capacitación serán fundamentales para una transición inclusiva.
Datos como los de Randstad Research reflejan esta necesidad: el 46% de las compañías globales ya han integrado la IA en sus procesos, mientras que el 85% de las empresas españolas están invirtiendo en formación en este ámbito. «Esto demuestra la importancia de preparar el talento para este nuevo mercado laboral».
«Profesiones emergentes, como estrategas en inteligencia generativa y diseñadores de modelos de IA, serán esenciales para esta nueva era»
Retos técnicos y éticos
Aunque las oportunidades son inmensas, también existen retos significativos. Entre ellos, Moreno identifica tres principales: el “dirty data”, la falta de interpretabilidad de los modelos y el sesgo algorítmico. Estos desafíos requieren soluciones como procesos más robustos de limpieza y validación de datos, el desarrollo de algoritmos más interpretables y controles éticos en el diseño de los sistemas.
Serón coincide en la importancia de técnicas de explicabilidad (XAI) para una mejor interpretación de los sistemas y destaca los costos computacionales como un desafío técnico que podría abordarse mediante tecnologías emergentes como los chips neuromórficos. Ambos expertos enfatizan la necesidad de controles éticos y regulatorios para garantizar un desarrollo responsable.
En el plano regulatorio, Moreno subraya la importancia de iniciativas como el Reglamento de Inteligencia Artificial de la UE y la Estrategia de IA 2024 en España, que buscan garantizar un uso ético y responsable de la tecnología. Estos marcos deben incluir principios claros de transparencia, responsabilidad y privacidad, asegurando que los sistemas puedan ser auditados y controlados.
Mirando al futuro
Moreno muestra entusiasmo por el potencial inclusivo y sostenible de la IA, capaz de abordar problemas globales como el cambio climático, democratizar el acceso a la educación y la salud, e incluso expandir las fronteras del conocimiento humano en áreas como la exploración espacial.
Serón, por su parte, destaca cómo la IA puede potenciar la creatividad humana, abriendo puertas a soluciones innovadoras en sostenibilidad y retos globales. «Lo que más me entusiasma del futuro de la inteligencia artificial es su capacidad para amplificar la creatividad, transformar industrias y abordar problemas globales que antes parecían imposibles de resolver», remarca.
En el mismo sentido, Moreno añade: «La IA puede habilitar un progreso inclusivo y sostenible, redefiniendo lo que es posible y su potencial para abordar problemas globales de manera innovadora. Por ejemplo, podría desempeñar un papel clave en la lucha contra el cambio climático mediante el análisis de grandes volúmenes de datos para optimizar el uso de recursos».
Sin embargo, ambos advierten sobre el uso irresponsable de esta tecnología y la falta de regulación adecuada, que podría derivar en prácticas no éticas como la vigilancia masiva o la manipulación de la opinión pública.
«La reciente aprobación del Reglamento de la IA de la UE y las iniciativas de España, como la Estrategia de IA 2024, son pasos cruciales hacia la implementación de marcos regulatorios que aseguren que la IA se utilice de forma responsable, transparente y respetuosa con los derechos de los ciudadanos»,
Conclusión
En 2025, la IA se consolidará como un motor de cambio esencial, redefiniendo industrias, mercados y la sociedad en su conjunto. La clave estará en garantizar que su desarrollo e implementación sean éticos, responsables y orientados al beneficio de toda la humanidad. Esto requiere un esfuerzo conjunto de empresas, gobiernos y ciudadanos para superar los retos y maximizar las oportunidades que la inteligencia artificial ofrece.