Las mujeres en el mercado del automóvil, un revulsivo de color

Quizás algunas personas piensen, que el sector del motor sea el que menos influencia femenina recibe, pero estarán incurriendo en un gran error. Aunque seguramente no nos imaginemos a la mujer como ejemplo del automovilismo, deberíamos recordar que las mujeres han provocado grandes cambios en la industria y en realidad no son, como lo dice la cultura popular, malas conductoras.

Además de tener ejemplos claros de mujeres que han sido verdaderos motores de la fabricación, la conducción y por supuesto del diseño de coches, hay estadísticas que demuestran que el sector femenino es el que menos infracciones comete al volante, además de ser el tipo de conductor que utiliza coches menos contaminantes y de menos consumo.

En la sociedad de consumo y con la diferencia de sexos, podríamos decir que el verdadero ejemplo de consumidor medio sin tener en cuenta las industrias, es una mujer. Es verdad que el tradicional papel del hombre como conductor del coche ha variado muy poco, y sigue siendo una estampa muy tradicional, verles a ellos conduciendo el vehículo familiar. Pero eso no quiere decir que la mujer no haya ganado importancia tanto en el manejo de coches, como en la economía familiar y en su papel dentro de la sociedad. Es más, con el paso del tiempo, el porcentaje de diferencia entre conductores masculinos y las mujeres, se ha equilibrado mucho. De un 66% de conductores hombres en 1995, se ha pasado a un 59% llegando casi a la equidad. Si trasladamos esto mismo al mercado laboral y a la tasa de empleo, observamos que en 2007 la brecha de género entre arnos y mujeres, mayores de 16 años era de un 21% cuando cinco años más tarde en 2012 se había reducido hasta un 11%.

Todo esto evidentemente se ha trasladado a la industria, y de la misma manera que hemos visto como algunas mujeres obtenían éxitos en un deporte que antes era esencialmente reservado para hombres, así mismo hemos visto como una gran variedad de mujeres se hacían con el control de puestos en las directivas de la industria. Cabe destacar también, que a cierto punto, los fabricantes se fijaron en ellas como otro tipo de consumidor y se centraron en satisfacer las necesidades de las mujeres en cuanto al vehículo y el habitáculo. Como decíamos, siempre ha sido muy fuerte la presencia del sector femenino en todos los aspectos del automovilismo, y es que no sólo la marca Mercedes se debe a la hija del fundador de DMG,  Mercédès Jellinek. La mujer del mismo Karl Benz, Bertha, fue a la vez su socia en el negocio, y la primera persona que pilotó uno de los primeros coches durante un largo recorrido. Al hacerlo inventó ciertas mejoras que hoy son esenciales de la industria.

Por todo esto, no se puede, de ninguna manera, menospreciar el papel de la mujer en la industria del motor, a día de hoy, encontramos mujeres incorporadas en los más altos puestos de ciertas grandes firmas y es que está más que demostrado que las mujeres, gracias a su mentalidad, tienen una visión de negocio diferente a la de los hombres y a su vez completamente necesaria. En realidad, en la sociedad de consumo y con la diferencia de sexos, podríamos decir que el verdadero ejemplo de consumidor medio sin tener en cuenta las industrias, es una mujer.

*Por Andrés Ortín

 

 

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