La Comisión Europea lanza ‘Women in the Digital Age’

La sala Europa de la sede la Comisión Europea (CE) en España acogió la presentación de los resultados del estudio Women in the Digital Age realizado por Iclaves. El acto fue inaugurado por Jochen Müller, responsable de la representación de la CE en España.

El entorno de la ingeniería es bastante hostil a la mujer. Se sienten como intrusas.

Carlota Tarín, socia de Iclaves y responsable del estudio Women in the Digital Age, fue la encargada de presentar las conclusiones del mismo. Tarín señaló la tendencia negativa que existe en ambos géneros entre quienes eligen estudios TIC, aunque insistió en el menor número de mujeres. “La brecha de género se mantiene tanto en los estudios como en los puestos de trabajo”, añadió. En los empleos digitales, Tarín indicó que se ha registrado un mayor aumento entre los hombres que las mujeres, lo que ha incrementado la brecha de género ligeramente.

La exclusión voluntaria

Uno de los aspectos más relevantes del informe es el denominado opt-out phenomenon o “exclusión voluntaria”, indicador realizado exprofeso que revela que las mujeres abandonan en mayor medida el sector digital que los hombres, especialmente en la franja de edad de 30 a 44 años, coincidiendo con la maternidad. Tarín concluyó explicando las barreras subyacentes del problema: estructurales, sesgos y estereotipos, implicaciones personales y elementos culturales.

Lorena Boix Alonso, directora de Planificación e Implementación de Políticas Digitales en la DG CONNECT de la CE, mostró su preocupación por la infrarrepresentación de la mujer en el sector TIC y resaltó el trabajo de las instituciones europeas. “Hay mucha discriminación inconsciente. La presencia de la mujer en el mundo digital está entre nuestras prioridades”, explicó Boix. También describió los tres ejes que forman parte de la estrategia europea: actuar sobre los estereotipos y prejuicios, fomentar las vocaciones TIC y competencias digitales y la apuesta por las mujeres en el sector empresarial y la innovación. Boix adelanto, además, que el DESI (Digital Economy and Society Index) medirá a partir de ahora la evolución de la mujer en el mundo digital.

Es duro estudiarlo y más duro acceder al mercado de trabajo.

Durante el resto de la jornada diferentes expertos en género, TIC y emprendimiento participaron en tres mesas redondas. La primera de ellas, moderada por Milagros Sáinz, directora del Grupo de Género y TIC de la UOC. Contó con la participación de Cecilia Castaño, Doctora en Ciencias Políticas y experta en TIC y género, y Alicia Richart, directora general de DigitalES. La mesa debatió sobre las diferencias de género en la educación y habilidades digitales, poniendo el foco sobre los obstáculos existentes. “El entorno de la ingeniería es bastante hostil a la mujer. Se sienten como intrusas. Es duro estudiarlo y más duro acceder al mercado de trabajo. Hay que trabajar para aumentar la confianza de las mujeres con la tecnología”, indicó Castaño. En este sentido, Richart apuntó a la necesidad de fomentar las vocaciones tecnológicas y explicar cómo puede mejorar la vida de las personas. “Hay un gap entre la formación universitaria y las skills que necesitan las empresas. Es necesaria una mejora en los incentivos para desalojar prejuicios respecto a las mujeres y las vocaciones”, añadió respecto a las exigencias del mercado.

Pocas mujeres inversoras

Los retos de género en el entorno laboral fue el tema que centró la segunda mesa redonda, moderada por Usúe Madinaveitia, responsable del proyecto #mamiconcilia, e integrada por Ana Abril, directora de People Transformation en Vector ITC Group y Juan Luis Cano, presidente de la Asociación Python España. Los ponentes debatieron sobre la escasa presencia de mujeres en las empresas tecnológicas, la co-responsabilidad y la conciliación.

Blanca Drake, Directora de Estrategia y Operaciones Telefónica Open Future, y Carmen Bermejo, presidenta de la Asociación Española de Statups, hablaron sobre emprendimiento digital femenino en la última mesa redonda dirigida por Juan Pablo Villar, socio de Iclaves. Según Drake, sólo el 23% de las startups apoyadas por Telefónica pertenecen a mujeres. “El hecho de que entre los inversores haya pocas mujeres acaba sesgando y hace que haya más hombres entre los emprendedores financiados”, apuntó. Bermejo, por su parte, señaló la necesidad de un modelo de emprendimiento diferente, en el que las mujeres puedan desarrollar todo su potencial.

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