Felicidad, un estado mental que impulsa Mahou en su fuerza de trabajo

Mahou San Miguel lleva a cabo distintas iniciativas para ayudar a que sus empleados adopten hábitos que contribuyan a vivir con felicidad. Así, además de la creación de una área específica de Felicidad, de la que es responsable Paloma Fuentes, la compañía organiza sesiones de mindfulness, desarrolla proyectos como ‘HappyNet®’ y mide el clima laboral a través de la encuesta ‘DILO’.

Ser feliz en el trabajo no solo es posible, sino que, además, se puede trabajar desde las organizaciones, permitiendo que los profesionales lleven este estado mental a otros ámbitos personales. Este es precisamente el objetivo de muchas de las acciones que Mahou San Miguel desarrolla internamente, a través de su área de Felicidad.

Ser feliz en el trabajo no solo es posible, sino que, además, se puede trabajar desde las organizaciones, permitiendo que los profesionales lleven este estado mental a otros ámbitos personales.

Paloma Fuentes afirma que con el fin de ayudar a los profesionales a “desarrollar nuevas redes neuronales de plasticidad positiva, especialmente a nivel de la corteza prefrontal izquierda” crearon proyecto HappyNet®. Su objetivo es entrenar aquellas competencias que, según ha demostrado la ciencia, contribuyen a elevar la felicidad de las personas.

Para ello, Fuentes propone acciones individuales y colectivas, y colabora en su realización, a través de conferencias, cursos, e incluso de la realización de los PPF, Planes Personalizados de Felicidad. Junto a ello, también se promueve la práctica diaria de la meditación (mindfulness), partiendo de 10-15 minutos cada día, para facilitar el alcance de dicho estado mental.

En este sentido, la doctora y médico del trabajo matiza: “Cuando nosotros hablamos de felicidad, nos referimos a un proceso de transformación personal interior, a través de incorporar habilidades mentales que nos conducen a ese estado mental dinamizante que es la felicidad. Podemos estar tristes o enfadados y continuar disfrutando de felicidad”.

Por otro lado, señala que en el ‘Proyecto de Felicidad’ es imprescindible contar con la participación de los profesionales, además de su entusiasmo, al tiempo que incide en la importancia de la implicación del comité ejecutivo de la compañía, por la sinceridad, naturalidad y credibilidad que le aporta.

Niveles de energía y CHEF®

Además, indica que, a nivel colectivo, se realiza una encuesta de clima laboral llamada “DILO”, mientras que, a nivel individual, utilizan dos índices propios: los ‘Niveles de Energía’ (antes y después de una actividad concreta) y el ‘CHEF®’ (Cuestionario de Habilidades Específicas de Felicidad), desarrollado en colaboración con la consultora Jacobson&Azulay, mediante la aplicación de su algoritmo de ADNe que mide los niveles individuales de las 20 competencias primordiales para el entrenamiento de la felicidad.

“Este cuestionario nos permite establecer niveles de partida de cada una de esas 20 competencias, establecer planes individuales de entrenamiento y la eficacia del mismo, así como un retrato organizacional completo sobre la situación de la organización en esas 20 competencias”, explica.

Finalmente, Fuentes destaca que “un director de Felicidad no hace feliz a nadie” y que “son las personas las que consiguen alcanzar la felicidad cuando quieren, cuando se quieren y cuando saben que tienen la mejor herramienta de la Vía Lactea para lograrlo”.

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