EU: seis de cada diez empleados que cobran menos del SMI son mujeres

El salario mínimo interprofesional (SMI) aumentó el pasado 1 de enero en todos los países de la Unión Europea, salvo Letonia. España (22%), Grecia (11%) y Bulgaria (10%) lideran estas subidas, según un informe de Eurofund, la agencia tripartita que representa a gobiernos y agentes sociales de la UE. La entidad advierte, no obstante, que las subidas del sueldo mínimo por sí solas no reducen la brecha de género que existe en el mercado laboral. En la mayoría de los países, más del 60% de los trabajadores que perciben menos del 90% de ese indicador son mujeres. En el caso de España, la proporción es del 62%, cuando suponen el 47,8% de la fuerza laboral. El documento pide más “transparencia” y “predictibilidad” a los países de la UE a la hora de incrementar el SMI.

Las subidas del sueldo mínimo por sí solas no reducen la brecha de género que existe en el mercado laboral.

La época de las congelaciones y los recortes de los salarios más bajos han quedado atrás. Por primera vez desde 2012, Grecia ha decidido incrementar el SMI. Y lo hizo un 11%, lo cual permitirá que los ciudadanos con las rentas más bajas puedan recuperar algo de terreno tras los tijeretazos aplicados a raíz de la Gran Recesión. Aun así, el SMI del país, de 754 euros mensuales, sigue siendo en términos reales un 16% inferior al que había en 2010.

La disparidad todavía es enorme entre los países de la UE que cuentan con un salario mínimo fijado por ley. Estos van desde los 286 euros de Bulgaria hasta los 2.000 euros de Luxemburgo. La diferencia es de prácticamente siete veces. Pero el informe advierte de los salarios deben ponerse en relación con la capacidad de compra de sus ciudadanos. Prueba de ello es el hecho de que, en la agenda del primer ministro luxemburgués, el liberal Xavier Bettel, está la subida del SMI en 100 euros y la gratuidad de todo el transporte público. Teniendo en cuenta esa variable, según el documento, las distancias se han recortado. Si en 2010 la capacidad adquisitiva de un ciudadano de Bulgaria equivalía al 17% de la de un luxemburgués, en 2019 esa proporción ha aumentado hasta el 35%.

La subida aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez, además, ha situado a España en el grupo de cabeza de los países con SMI. Además de Luxemburgo, entre esos países están Irlanda, Holanda, Bélgica, Alemania y Francia. En el furgón de cola de la zona euro hay Lituania, Estonia, Eslovaquia y Letonia. El informe, no obstante, critica que todavía quede como “tema pendiente” la “transparencia” y “predictibilidad” de las subidas, puesto que solo siete países tienen fijados objetivos concretos para la subida y solo cuatro (Francia, Alemania, Irlanda y Reino Unido) tienen comités de expertos que con un papel formal en la decisión de subir el SMI.

En el caso de España, el 62% de las mujeres cobra menos del SMI, cuando suponen el 47,8% de la fuerza laboral.

En lugar de ello, el informe indica que los motivos que han llevado a las subidas han sido las recomendaciones de la UE (Bulgaria), las demandas políticas ciudadanas (Francia) o bien de otros partidos políticos (España y Eslovenia), de modo que el “papel de los agentes sociales” quedó “limitado”.

La agencia de la UE considera que la intervención de patronales, sindicatos y otras organizaciones es “crucial”, puesto que su contribución puede ayudar a ver los efectos positivos y negativos de la subida. El informe cita el caso de España por el incremento “excepcionalmente alto”, del 22%, y señala que las patronales CEOE y ATA criticaron la subida, si bien admite que otras organizaciones de autónomos, como UATAE, dieron la bienvenida a la decisión.

Incumplimientos de la legislación

A diferencia de otros años, en esta ocasión el informe se detiene en la brecha de género. Y al respecto, admite que hay literatura económica a favor y en contra de esa medida como catalizador para reducir esa diferencia. Cuando se baja al terreno, el estudio señala que en Bélgica sí parece haber funcionado, mientras que en Polonia, Francia y Reino Unido no tuvo efectos.

En casi todos los países, los hombres son mayoría entre quienes cuyo salario es un 10% superior al SMI.

Aun así, el informe recoge como hipótesis que eso podría darse por una mala aplicación o un incumplimiento de la medida. De hecho, Eurofund destaca que se detectaron miles de incumplimientos a lo largo y ancho de la UE. En concreto, el documento relata casos en Alemania, Reino Unido, República Checa, Hungría, Francia o Eslovaquia. Además, las legislaciones nacionales prevén excepciones para las que el SMI puede ser inferior, como empleadas temporales o del hogar.

En cualquier caso, los datos dejan claro que las principales perjudicadas por esos agujeros son las mujeres. En la mayoría de los países, seis de cada diez empleados que cobran menos del 90% del SMI son mujeres. En el caso de España, ese porcentaje es del 62%, cuando las mujeres suponen el 47,8% de la fuerza laboral. En algunos estados de la UE, la proporción es mayor: Croacia (73,8%), Malta (73%), Holanda (72,7%) o Bélgica (70,7%). Y en casi todos ellos, las mujeres son alrededor de la mitad de los trabajadores. Si se mira por el lado contrario, la balanza sigue decantándose al lado del hombre. En casi todos los países, los hombres son mayoría entre quienes cuyo salario es un 10% superior al SMI.

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