“En esta lucha -asegura- toda piedra hace pared”

Abogada, valenciana, a pesar de su juventud ya ha ocupado varios cargos en la administración pública. Unida a los movimientos de mujeres, y desde las filas del PSOE, asegura que el potencial del crecimiento empresarial está en las mujeres. “En el ámbito de los consejos de administración de las grandes empresas nadie accede por mérito y capacidad”.

¿Ha habido cambios en la recepción de la Ley de Igualdad en las empresas?

Desde la aprobación de la Ley de Igualdad, ha habido una respuesta bastante positiva por parte de la mayoría de las empresas de nuestro país. La mayoría de los convenios colectivos abordan de un modo u otro, temas de igualdad y conciliación y adecuan con mayor o menor intensidad sus contenidos a las modificaciones de la Ley.
En este sentido, el Instituto de la Mujer está llevando a cabo una serie de acciones para facilitar a las empresas la implantación de medidas de igualdad, proporcionando asesoramiento y asistencia técnica, organizando jornadas de formación, elaborando material de difusión y ofreciendo una línea de subvenciones orientada al apoyo técnico y económico para el establecimiento de Planes de Igualdad en la pequeña y mediana empresa.

¿Qué tipo de empresas han avanzado? ¿Cuáles son los logros obtenidos a partir de la implementación de políticas de igualdad de oportunidades?

En general, todas las empresas han avanzado ya que con esta Ley se han creado mecanismos para luchar contra la discriminación en el ámbito empresarial. El negociar e implantar planes de igualdad que favorezcan el acceso, la permanencia y la promoción de las mujeres en el empleo no puede suponer más que un beneficio para las empresas y una mejora de su productividad al aprovechar el talento y la preparación de toda su plantilla.
En cuanto a los logros obtenidos, fundamentalmente una mayor flexibilidad de los horarios y la implantación de medidas para favorecer la conciliación de la vida profesional y personal de las personas trabajadoras, lo cual permite incrementar su grado de satisfacción y en consecuencia mejorar su rendimiento laboral.

¿Hay mayor diversidad en los directorios de las empresas en España?

La progresiva incorporación de las mujeres al mercado laboral ha constituido una gran oportunidad para las empresas, porque les ha permitido integrar a personas altamente cualificadas, adaptables y flexibles a las organizaciones. Por ello, las empresas, como parte de la sociedad a la que pertenecen, tienen el compromiso y la responsabilidad de adaptarse a la realidad actual, porque legitima su función social y obtienen un mayor reconocimiento y credibilidad.
Sin embargo, pese a que la presencia de las mujeres en la dirección de empresas se traduce en más ganancias y mayor eficiencia, todavía es muy escasa su participación. Según datos de 2007 de la EPA, sólo un 23 % de las personas ocupadas que ejercen cargos directivos en las empresas de 10 o más asalariados/as son mujeres. Este porcentaje se eleva hasta un 28 % en el caso de empresas con menos de 10 asalariados/as. En las empresas sin personal asalariado las mujeres alcanzan un 46 % que se eleva al 54 % en el caso de las empresas de comercio.

¿Cuál es el ritmo de crecimiento, y cuáles los criterios, con que las empresas se suman a los programas de empresas Óptimas, etc. y otros sistemas de reconocimiento por parte del Estado?

Los planes de Acción Positiva del programa Óptima, que se puso en marcha en 1996 han sido el antecedente y referente de los planes de igualdad recogidos en la Ley de Igualdad por ser una metodología para su aplicación. A Óptima se adhirieron un total de 64 grandes empresas, de las más importantes de nuestro país. Estas empresas, lógicamente, van a incorporar sus propios planes de igualdad con mayor celeridad que el resto, puesto que llevan ya tiempo aplicando, de forma voluntaria, la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres como estrategia corporativa.

¿Cuáles son las principales resistencias?

La resistencia a los cambios, una cultura machista, todavía sin desterrar, o la permanencia de prejuicios sobre la maternidad y la disponibilidad de las mujeres en el trabajo, creo que son las principales dificultades que encuentran las mujeres a la hora de acceder a un puesto directivo. Es necesario, por lo tanto, que en el ámbito empresarial se produzca una amplia reflexión interna que erradique, de una vez por todas, esa mentalidad arcaica y esa falta de perspectiva de futuro que todavía subyace. Las mujeres están igual o incluso mejor preparadas y capacitadas que los hombres para ocupar órganos de dirección, por lo que se produce un desperdicio de talento y experiencia que ninguna compañía u organización que quiera progresar puede permitirse. Empresas de otros países más desarrollados así lo han entendido y lo aplican desde hace bastante tiempo.

¿Existe una cultura emprendedora mayor entre las mujeres?

Creo que ha habido una tradición cultural que ha considerado que la iniciativa empresarial era más de chicos que de chicas. Y eso tiene un papel muy importante. Pero también es cierto que las mujeres se están incorporando al mundo empresarial con mucha fuerza. El nivel de formación que disponen, la autonomía de la que disfrutan y el hecho de querer desarrollarse profesionalmente, está haciendo que las mujeres con mucho arrojo estén entrando en el ámbito empresarial, que hasta ahora era un coto cerrado de los hombres. Hemos entrado más tarde, aún tenemos más dificultad, nuestras empresas son más pequeñas… pero estamos entrando con más iniciativa y más fuerza que los propios varones. Probablemente la dificultad hace que agudicemos más el ingenio. Creo que es un ámbito que no lo han tenido fácil las mujeres, pero se están rompiendo los muros que les impedían acceder al ámbito económico, donde han estado ausentes.

¿Hay una relación entre la actividad empresarial de las mujeres y su inserción laboral? ¿Las mujeres contratan mujeres?

Sin duda, implementar políticas de igualdad para el personal constituye la base principal para que aumente el número de mujeres en puestos de dirección. Cuando las empresas incorporan la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres están eliminando los impedimentos que limitan a las mujeres en su selección, promoción, formación, desarrollo de la carrera profesional, remuneración y conciliación de su vida laboral y familiar.
Tenemos algún estudio que ha hecho un análisis sobre las fortalezas y debilidades de las mujeres en puestos de responsabilidad y donde tienen un equipo humano que mandatar y dirigir. Hay maneras diferentes de dirigir y de relacionarse con el personal. Dicen que las mujeres trabajan más en equipo, comparten, hacen más convenios y acuerdan, son menos duras que los hombres.
Muchas veces entre las mujeres empresarias hay menos solidaridad a medida que se avanza en la estructura jerárquica, como si dijeran: “Esto lo conseguí yo”.
Nuestro trabajo consiste en que las mujeres lleguen en las mismas condiciones que los varones. Y esto no se da. Por lo tanto, en primer lugar nuestro deber es quitar todas las barreras para que las mujeres con valentía, con capacidad y con voluntad, lleguen.
En segundo lugar trabajamos para que haya solidaridad de género. Entre otras cosas, porque hay todo un movimiento desde la Igualdad y desde las organizaciones de mujeres luchando para eliminar esas trabas.
Por lo tanto cuando las mujeres llegan a los puestos de responsabilidad, claro que llegan por su valía. Y estoy convencida de que todas las que hoy son mejores que sus compañeros que están en puestos de igualdad, porque hay tantas trabas en el camino que han tenido que demostrar más para llegar. Ç

Pero lo importante no es que lleguen unas poquitas, lo importante es que cuando han llegado entiendan que tienen que ayudar para que lleguen más. No que se sientan cómodas dos entre cien. Sino que entiendan que dos no son suficientes, y que ellas saben de muchísimas otras mujeres tan válidas como ellas que no están llegando porque no tienen oportunidades. Eso le estamos pidiendo a las mujeres empresarias. Que no se blinden en la excepcionalidad, porque si se blindan en la excepcionalidad pueden caer. Si esas dos no trabajan para que lleguen otras, es fácil echarlas. En cambio, cincuenta entre cien no son tan fáciles de echar. La fortaleza de ellas es la de todas, nuestra fortaleza es la que les está permitiendo llegar. Nuestra lucha es colectiva.

Hoy hay más mujeres en puestos de responsabilidad y toma de decisión que hace treinta años. ¿Qué ha pasado?

Hace treinta años había muchísimas mujeres capacitadas para estar en puestos de decisión, pero había muchas menos oportunidades que hoy. Por lo tanto, el debate de las mujeres que llegan es erróneo si lo colocamos en el tema de mérito y la capacidad. Mérito y capacidad las mujeres tienen igual que los hombres. Es un tema de discriminación. Las que han llegado por diferentes razones, porque han sido mucho mejores que ellos, porque han tenido la oportunidades, han podido llegar. Pero hay muchas otras que se están quedando en el camino. Es falso que las mujeres que llegan porque valen y las otras no llegan porque no valen. No llegan porque no tienen oportunidades. A las que llegan les compete también.

En el ámbito de los consejos de administración de las grandes empresas no es el mérito y la capacidad. Hay otra serie de elementos que confluyen. Hay señores que están en ocho, nueve, diez consejos. Estoy convencida de que su capacidad no les da para estar en diez. Hay todo un núcleo de influencia de poder. Hay también lobbies en el que entrar ahí es difícil, y las mujeres que están en puestos de responsabilidad también tienen cerrados esos cotos. Porque por muy lejos que algunas crean que hemos llegado, hay espacios en el que ninguna mujer entra, ni siquiera ellas entran. Tenemos que dinamitar todos esos espacios de privilegio y de reparto de poder que hasta ahora han disfrutado solo los hombres para hacerlos más democráticos y participativos.


La creación del Ministerio de Igualdad
El corazón de la agenda política

El Instituto de la Mujer español cumple 25 años. Ha estado vinculado al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y los pasados cuatro años estuvo supeditado a la Secretaría de Políticas de Igualdad. Ambos departamentos forman ahora parte del recién constituido Ministerio de Igualdad.

¿Cómo evalúa estos cambios?

Es un logro, sin ningún tipo de duda. Hemos peleado por ello muchísimos años. En 1983, cuando se crea el Instituto de la Mujer, consideramos un logro conseguir un espacio público, una institución, con presupuesto propio, con autonomía. Si nos hubieran dicho en ese momento que las mujeres íbamos a tener un ministerio, no lo hubiéramos creído. Siempre, y desde el principio, hubo vocación de tener un espacio en el lugar de reflexión y de toma de decisiones más importante como es el Consejo de Ministros. Y por eso que este año el presidente del Gobierno en la conformación de su Gabinete, haya decidido nombrar una Ministra de Igualdad de Oportunidades nos parece que es un gran acierto, que culmina una petición y una reivindicación que tenemos las mujeres hace tiempo, y por tanto sentimos una felicidad total con esta decisión. Nos va a facilitar muchísimo, y por eso se hace, a la hora de negociar y avanzar en las políticas públicas de igualdad en este país.

¿Cómo opera en la opinión pública que la Igualdad tenga jerarquía de Ministerio?

Creo que en la opinión pública ha caído bien tanto la creación del Ministerio como la paridad en la composición del Gabinete, y no sé si ha caído tan bien en la opinión publicada. Algunas de las cosas que hemos oído no tienen tanto que ver con lo que, según los indicadores de las encuestas que se han hecho, la ciudadanía piensa. Se ha valorado positivamente la creación del Ministerio de Igualdad, un gobierno paritario, que una mujer fuera Ministra de Defensa y estuviera embarazada, a pesar de muchas tonterías que se han dicho. Yo creo que la sociedad tiene mejor interiorizado y ve con mayor naturalidad el avance de la igualdad. Creo que las resistencias no están en la sociedad, probablemente hay unas estructuras por ahí que se revuelven mucho más que los ciudadanos y las ciudadanas en las calles. Yo creo que la opinión pública lo ha recibido bien, y que algunas cosas que se han dicho no son ciertas. Han intentado erosionar la presencia de las mujeres y la existencia del Ministerio de Igualdad pero esto responde al machismo que aún impera en muchos ámbitos.

¿Cuál es el motor que mueve a los medios para que esa opinión publicada sea la distorsión de la opinión pública?

Tú partes de una premisa donde los medios de comunicación tienen una forma de actuar objetiva, imparcial y que comunican la realidad tal cual es, y yo creo que eso muchas veces no se produce. Los medios de comunicación suelen generar opiniones sobre realidades que no son tal cual. No son comunicadores objetivos, sino que influyen en la información que dan y muchas veces con sesgo. Lo vemos en muchos temas y el tema de Igualdad no escapa a ello. Primero con el tema de la presencia de algunas mujeres en el gabinete, y luego con la creación del ministerio de Igualdad ha habido una reacción tan virulenta, tan injustificada, injusta y sobredimensionada que no se alcanza a entender por qué este ataque. Por qué determinadas opiniones que se han vertido sin ningún fundamento.

¿Y por qué es?

En el fondo no se quiere que se avance en políticas de igualdad. Y duele especialmente, porque esta es una lucha contra la corriente que hemos hecho las mujeres pero que necesitamos ya tener grandes alianzas y grandes aliados en una lucha que es de todos. Y además no estamos planteando un espacio que mejore la vida de las mujeres, que sin dudas va a mejorar, sino que estamos hablando de políticas que van a mejorar la vida de toda la ciudadanía. Cuando estamos hablando de políticas de corresponsabilidad y por ello de conciliación, no estamos hablando de las mujeres, pretendemos hacer mucho más razonables los diferentes espacios que tenemos todos en la vida todas las personas: el empleo, nuestra vida personal, la vida familiar. O en relación a otras medidas, como compartir la toma decisiones a las que las mujeres hemos sido históricamente relegadas sin ninguna explicación, simplemente porque somos mujeres. En fin, yo creo que esta es una lucha muy pesada que estamos llevando adelante con muchas dificultadas, creo que es una lucha muy justa y que encontrarse con tantas resistencias entrado el Siglo XXI es muy descorazonador, y viene a demostrar que es más necesario que nunca un Ministerio de Igualdad que abogue por las políticas de igualdad y que luche contra el machismo que todavía está anclado en nuestra sociedad y en determinados estamentos con muchísima fuerza.



Plan estratégico para la Igualdad de Oportunidades

Transversalidad en las acciones

Abundan conceptos como ciudanía inclusiva, innovación y empoderamiento. El desafío principal consiste en empujar a los varones hacia la Corresponsabilidad, construir empleo y continuar con planes de lucha contra la violencia.
El 11 de julio se presentó el Plan. El espacio sirvió para informar a los institutos sobre las novedades en las convocatorias del Instituto de la Mujer sobre I+D+I, que en 2007 invirtió un total de 864.032 euros, así como sobre las del Plan Nacional para 2008-2011.

¿Por qué un Plan Estratégico? ¿Cuáles son los principales pilares del Plan?

La Ley de Igualdad establece que tienen que elaborarse planes que establezcan acciones concretas para dar cumplimiento a la ley. Este plan aprobado en diciembre y que dimos a conocer con la Ministra de Igualdad. Está basado en cuatro principios rectores. Una nueva definición de ciudadanía, que llamamos ciudadanía inclusiva, que tenemos que pensar que está sociedad está conformada en partes iguales por mujeres y varones. Empoderamiento de las Mujeres, es clave para que puedan avanzar mucho más a los diferentes ámbitos de toma de decisión. Transversalidad que es la principal línea de acción de fututo. E innovación. Sobre esos cuatro principios hemos elaborado un plan que tiene 12 ejes, participación política y social, participación económica, corresponsabilidad, educación, salud, conocimiento, imagen, atención a la diversidad, inclusión, inclusión social, violencia, política exterior y cooperación española. Tenemos mucha información de cómo las mujeres en los países más pobres pueden ser motor de cambio, además ellas son las más pobres entre los pobre y son sostén de la familia.

¿Con que base cuentan para que no quede en papel?

Además de que están estipulados los mecanismos de control para que se lleven adelante las acciones, yo creo, y también dicen las expertas que lo han analizado, que este es un plan consensuado, analizado, consultado. Uno de los planes más participados que ha habido, se colgó en la página web antes de aprobarse en consejo de ministros. Ha sido un plan Participado desde la sociedad civil y desde la Administración general del Estado. Lo hemos coordinado desde el Instituto pero cada uno de los ejes ha contado con las propuestas y el compromiso económico de cada uno de los ministerios.

¿A qué crees que deberían dedicarse los mayores esfuerzos? ¿Dónde están las principales resistencias?

Todos los ejes son importantes, y como dicen en mi tierra “toda piedra hace pared”. Pongo un ejemplo: hay gente que dice que lo del lenguaje no sexista no tiene valor y nosotras decimos es importante incluir en el discurso a las mujeres, si nos invisibilizan es porque no piensan en nosotras y significa que no estamos en las acciones. Por lo tanto nosotras sabemos que sí es importante. Creo que todas las acciones son importantes en la construcción de un objetivo grande, pero siempre hay que priorizar. Y yo creo que en esta etapa, avanzar hacia la corresponsabilidad es una tarea pendiente, creo que es el ámbito en el que menos hemos avanzado, probablemente porque el gran paso lo tienen que dalo los hombres y no lo han dado todavía. La violencia sigue siendo eje prioritario de acción para este gobierno. Y creo que por el momento económico que estamos viviendo, el empleo de las mujeres es un eje principal. De todas formas la transversalidad es un mecanismo de trabajo fundamental, para que todos los ministerios elaboren políticas para la igualdad.

 


Publicidad y consumo
Forjando el nuevo estereotipo de la mujer perfecta:
Trabajadora, responsable del hogar, bella y joven.

Estudios han mostrado que las mujeres son quienes deciden el 80% del total del consumo. ¿Esto cambia de por sí la forma en que las marcas se dirigen a las mujeres?

El lenguaje publicitario ha ido adecuándose a la realidad social de los/as consumidores/as hacia quienes los anunciantes dirigen sus mensajes. Los progresos en materia de igualdad repercuten en todas las áreas de actividad y la publicidad no es una excepción, aunque en este campo los cambios van por detrás de la sociedad y los estereotipos sobre roles de género permanecen en el discurso publicitario.
Las mujeres todavía son consumidoras mayoritarias de productos domésticos o de belleza y cuidado personal y los anunciantes de este tipo de productos adaptan sus promociones a lo que consideran que atrae la atención de las mujeres, generalmente con un discurso bastante tradicional. Pero la tendencia está empezando a cambiar y, con ello, las líneas de publicidad de las marcas. En los anuncios, ya aparecen hombres poniendo lavadoras, cocinando, planchando, preparando la merienda de sus hijos, e, incluso, utilizando productos de belleza, aunque la proporción es todavía muy inferior a la femenina en este tipo de actividades. Y también empezamos a ver, aunque todavía es la excepción, mujeres conduciendo deportivos, realizando actividades financieras o practicando deportes de riesgo.

¿Ha habido cambios en las publicidades o la imagen de la mujer objeto sigue intacta? ¿Cuáles son las tensiones y contradicciones en los imaginarios sociales?

En este caso concreto, la imagen de la mujer objeto se refuerza por la liberación sexual y la explotación del cuerpo femenino (desnudo o no) como recurso de notoriedad.
Los contenidos sexistas en la publicidad siguen siendo una realidad, ya que en la mayoría de los casos los propios anunciantes se sorprenden de la valoración como discriminatoria de su campaña, que no han pretendido en ningún momento. En el otro extremo existen mensajes diseñados para llamar la atención a través de la provocación directa, que sí utilizan de forma consciente el sexismo. Pero no creo que persigan la polémica, aunque eso aumente su notoriedad, y mucho menos creo que sea positivo para una marca el despertar sentimientos de rechazo generalizados.
Respondiendo a la segunda parte de la pregunta, decir que al ser la imagen de la mujer un recurso muy utilizado en publicidad, bien como elemento de belleza o seducción que se asocia al producto, bien como consumidora a la que dirigirse, se transmite una imagen a menudo distorsionada de ellas. Ha ido desapareciendo un modelo de ama de casa muy tradicional, con un tipo de mensaje muy arraigado en sus funciones domésticas. Sin embargo, en sustitución de éste se ha ido consolidando un nuevo estereotipo, que podríamos llamar de “mujer perfecta”: moderna, trabajadora, preocupada por el cuidado personal junto con el familiar, pero todavía responsable del hogar. Y sobre todo se ha impuesto, un modelo de mujer con un físico ligado a juventud y belleza poco acorde con la realidad. Esto provoca un rechazo social generalizado, del cual nos llevamos haciendo eco, hace ya bastante tiempo, en el Instituto de la Mujer, a través del Observatorio de la Imagen de las Mujeres en la Publicidad y en los Medios de Comunicación.

¿Llegará el día en que una imagen sexista asociada a una marca baje sus ventas?

Esperemos que sí. Cada vez la sociedad es más sensible ante el tema de la igualdad y si la ciudadanía es crítica ante la imagen sexista de las mujeres, los anunciantes deberán adaptarse a estos principios.
Personalmente confío en la madurez de la sociedad española a la hora de no dejarse arrastrar por este tipo de discurso.


Destacados:

“Pese a que la presencia de las mujeres en la dirección de empresas se traduce en más ganancias y mayor eficiencia, todavía es muy escasa su participación”.

“Las mujeres con mucho arrojo estén entrando en el ámbito empresarial, que hasta ahora era un coto cerrado de los hombres. Más tarde, con más dificultad, con empresas más pequeñas, pero la dificultad hace que agudicemos más el ingenio.”

“Lo importante no es que lleguen unas poquitas, lo importante es que cuando han llegado entiendan que tienen que ayudar para que lleguen más. Ellas saben de muchísimas otras mujeres tan válidas como ellas que no están llegando porque no tienen oportunidades.”

“Ha ido desapareciendo en las publicidades un modelo de ama de casa tradicional arraigado en sus funciones domésticas. Se ha ido consolidado un nuevo estereotipo de “mujer perfecta”: moderna, trabajadora, preocupada por el cuidado personal junto con el familiar, todavía responsable del hogar, con un físico ligado a juventud y belleza poco acorde con la realidad. Esto provoca un rechazo social generalizado.”

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